KJ y Dan tienen problemas para comunicarse. Después de unos años de noviazgo, la pareja va a la cabaña de un amigo para pasar el fin de semana y reavivar su romance. No se ponen de acuerdo sobre cómo manejar la situación: KJ aboga por una muerte rápida y Dan sugiere que hagan que los últimos momentos de Rat sean lo más agradables posibles. Poco a poco, en este entorno idílico, la pareja vuelve a encontrarse y sigue adelante. Desafortunadamente, su paz se ve destrozada por la llegada de una mujer pequeña que solo puede describirse caritativamente como “excéntrica”: es la hermana menor de su anfitrión y no tenía idea de que alguien se hospedaba en la cabaña familiar. Está bien toparse con ella, ¿verdad? Mientras la pareja lucha por incorporar a esta intrusa a su dinámica ya tensa, KJ y Dan comienzan a preocuparse de que esta desagradable tercera rueda pueda ser una amenaza para su relación más grande de lo que creen.
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